lunes, marzo 01, 2010

27 de Febrero de 2010

Seguíamos en Irenaika, y yo por alguna razón invitaba gente. Y una persona, amiga de uno de mis invitados, tenía una gripe loca, muy letal y contagiosa. Cande se enfermaba, y al día siguiente aparecía Nano solo en Irenaika. Yo lo miraba suplicante y le preguntaba dónde estaba Cande, y Nano, con toda la ternura del mundo, me decía que no iba a venir. Yo me sentía re culpable, responsable por su muerte.

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