martes, marzo 10, 2009

10 de Marzo de 2009

Estaba en Quila Quina, ya habíamos armado los bolsos y teníamos que volver, éramos Tato, Clari y Agos. Tato decía que no quería volver a la 'realidad' y tener que afrontar que ya no estaba más con Nahue después de un año y medio de relación, y Agos para alentarla le recordaba que este era nuestro último año de secundaria, y que nos íbamos a divertir mucho.


Era de madrugada, tenía miedo porque estaba sola, así que bajaba al hall del edificio a esperar que algún vecino apareciera. Veía llegar a Salazar (ex profesora de Geografía) y su pareja. Me escondía donde estaban las escaleras, y me hacía la dormida por si me veían, para no tener que dar explicaciones. Ellos charlaban, y yo me ponía a roncar (ja, buena forma de no llamar la atención!), y por eso se daban cuenta que yo estaba. Empezaban a discutir, entonces me harto de escucharlos y me tomo el ascensor de servicio. Estaba todo cambiado, como antiguo. Toco mi piso y empieza a subir. Lo pasa, pasa el 15, y noto que en realidad el movimiento es de bajada. 19, 20, 21. Cada vez más rápido. Por un segundo veo desde afuera del ascensor cómo se mete entero en un río enorme, con un puente a lo lejos. Vuelvo a estar dentro del ascensor, piso 21, y sigue cayendo... Abrí los ojos súbitamente en mi habitación, y mientras sentía cómo mi cuerpo flotaba sumergido, la luz del sol asomaba tímidamente por entre las tablas de mi persiana, como si mi cuarto estuviera bajo el agua.

1 comentario:

Toñi.co dijo...

Interesante blog.