5 de Mayo de 2009

Mi papá y su esposa me regalaban una semana de vacaciones. Supuestamente era en Mendoza, ellos me llevaban y cuando llegábamos empezaba a nevar. Al rato llegaba Tina (la había traido su mamá supongo) y le contaba que había nevado y no lo podía creer. Después los adultos se iban y nos quedábamos allá, yo decía ''ESTAMOS SOLAAAAAS!'' en nuestras primeras vacaciones independientes. Recorríamos el hotel; en nuestra habitación, que era grande y con ventanas, había varias camas contra las paredes (el respaldo), porque era una habitación compartida con más gente, con baño y cocina en común. Resulta que estábamos en Misiones al final, y en el hotel nos distraíamos leyendo folletitos sobre las cataratas del Iguazú. Se nos hacía tarde para desayunar, entonces yo me acordaba del horario y bajaba hasta le salón, pero había una chica en la puerta que decía que ya no se podía ingresar, aunque por suerte tenía una bandeja con tostadas y esa mantequita diminuta, así que yo caraduramente agarraba muchas para mis amigas y me las llevaba. Subiendo la escalera que daba al cuarto, pasaba por la cocina y le pedía al cocinero (de blanco y con el sombrerito y bigote :P) si me daba algo y me daba una chocotorta, pero que estaba caliente porque no había estado en la heladera. Cuando subía le daba a Tina las tostadas y aparecía Agus, que estaba en la cocina cocinando en el horno una chocotorta también. xD