martes, enero 19, 2010

19 de Enero de 2010

Tenía todo decidido. La casa estaba en la otra esquina, no sé por qué (o sí, porque estaría más cerca de la tuya). Terminaba de armar el bolso (que era solo una mochila) y metía el cargador de la cámara y del celular. El vuelo salía a las 10 de la noche, y, aunque era de día, me quedaba una hora para salir. Llamaba al teléfono de Jime y me atendía su novio Antti (que sonaba igual al otro Antti) y le explicaba que estaba por viajar para Finlandia, si me podía pasar la dirección de Jime poque las primeras noches no tenía dónde quedarme. Me quedaba media hora para llegar a Ezeiza, ni me había despedido pero salía corriendo. Allá voy.

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