24 de Junio de 2009

Iba a un recital de Jens Lekman con Kukka, Aye, Mon y Verito. Había una tarima con butacas, y más adelante sillas como las del SUM del colegio. Eramos pocos, y yo decía de hacer una ronda en el piso, y que sea tipo una guitarreada. Al principio les daba fiaca, pero corrimos las sillas y todos nos sentamos con Jens tocando jajajaja. Después del show, subíamos a como una fiesta en la terraza (parecida a la de Candu). Ya era de noche, Aye me decía que estaba muy feliz de ser mi amiga y nos dabamos un re abrazo tierno, y yo mientras miraba a las estrellas, que iban desapareciendo porque el cielo se nublaba.

Hogar para chicos ''especiales''. Era una casa antigua, alargada y con techos altos y puertas largas. A mí me contrataban como secretaria, o algo así. Era una especie de colegio pupilo en donde los padres dejaban a sus hijos porque eran demasiado especiales como para vivir en sociedad, y había algunos chicos que ya eran bastante adultos. En el pasillo me cruzaba con un muchacho al que le salía un tercer brazo desde la coronilla de la cabeza, después veía a otro con anteojos, que no podía sentir nada, no tenía sentimientos. En el sueño yo era Meli, y me enamoraba del chico de anteojos. Salía a la calle siguiendo al del tercewr brazo, que para disimularlo se agarraba la mano izquierda y la mano de la cabeza, con los dedos entrecruzados, y con el otro brazo se acariciaba la pera, cmo si estuviera pensando. la gente en la calle notaba algo extraño, pero todos caminan tan rápido y ensimismados que nadie se fijaba con atención, y seguían su camino. En la calle me encontraba a Hurley, que estaba haciendo caca en un cartel de propaganda por estas elecciones (creo que era el todo negro de Michetti). Su cuestión 'especial' es que de la cintura para abajo tenía dos piernas pero con el síndrome de elefantismo, y tenía también colita de elefante.
Volvía al Hogar, y me encontraba al chico de anteojos en la puerta. Lo abrazaba por la espalda y caminábamos un poquito así, hatsa que llegábamos al final del pasillo de entrada, en donde estaba mi escritorio. Yo le mostraba un poema que le había escrito. Decía al principio que me dolía que me miraran mal porque yo era común, y que era injusto, que yo sufriera ''...porque yo siento.'' en el poema le expresaba mi amor, y mi impotencia porque no podía aceptar que él no pudiera sentirlo, terminaba 'te amo. te amo.' Él no reaccionaba, no me decía nada.
Ibamos a la cocina, que era enorme. Había otro chico buscando comida en la heladera, y yo trataba de darle celos a mi amor tirando algo en el piso cerca de donde había un viejo (que también me gustaba, pero de calentona nomás JAJAJA) y agachándome al lado suyo y subiendo muy cerca de él, terminando enfrentada. Mientras, pensaba que era una zorra desubicada, como Abby en Las Brujas de Salem.