viernes, mayo 23, 2008

23 de Mayo de 2008

Estabamos en la casa de vacaciones de Aye, en Puerto Madryn. Aye en sí no estaba, pero éramos Iván y un amigo suyo tirados en un sillón jugando a la play; Tatu y Myriam (todos le decían Mami Myri, pero yo Tía, don't know why); una chica de mi colegio que quedó embarazada el año pasado; Ro (la chica nueva de 4º4ª) y yo; la casa era muy blanca y luminosa, estaba situada como en un colina -onda la casa en esa película de Jack Nicholson y Diane Keaton-, y el contrafrente daba al mar argentino. Estábamos algunos mirando a través de la ventana, y de repente veo una ballena en el agua, cerca de la orilla! Le digo a Ro, y hasta que ella logra ubicarla, se transforma en una foca, primero muy grande y luego se normaliza, y se achica y se vuelve un pingüino, y de repente aparecen muchos pingüinos, todos caminando por la orilla... Era emocionante, y estábamos muy contentas.

1 comentario:

OjOs cerrados dijo...

sadasdadda
wtf?