lunes, octubre 13, 2008

10 de Octubre de 2008

Iba a la fiesta de Fede y estaba Beto, con una chica alta y hermosa. Le pedía a él que hablara conmigo, pero me sacaba, me decía que no me iba a escuchar, que no lo joda más, andá, tomate el 37 y volvé a tu casa, mierda, no quiero saber nada de vos. Me preguntaba para qué había ido, y yo, en vez de decirle la real razón, le decía que para divertirme.


Vaya premonición. O casi.

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