miércoles, octubre 08, 2008

7 de Octubre de 2008

Estaba con Aye en una estancia, en algún lugar del Norte del país. Salíamos del campo, y llegando a la tranquera había una manada -o varias- de leones, tigres y demás animales depredadores. Lo extraño es que estaban en posición de salto, algunos incluso en el aire, pero inmóviles. Con Aye los admirábamos un rato, pero después yo le urgía que nos fuéramos, porque podían 'volver al movimiento' y querer atacarnos. Yo pasaba la tranquera, y Aye se quedaba mirándolos un rato más, y de repente reviven, y empiezan a correrla! Ella logra saltar la tranquera, y de la nada aparece un compañero mío de colegio, Octavio, y nos ayuda a sostener la madera para que no la abran los animales. Después Aye y yo nos vamos al pueblito, y nos da refugio una chica que tenía un negocio y atrás su casita. Comemos locro y nos cuenta la historia del lugar.

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